jueves, 8 de abril de 2010

"Giggity..."


A la cama con Foucault se endenominó (endemonió) el primer pensamiento que tuvo cuando hubo apagado el monitor. Con una mano lo tomó, despegándolo de su cuaderno. Imaginó el cráneo en pijama; el bonete en la rodilla (al igual que el de más arriba) era sobresaltante mientras bajaba la escalera. La puerta del baño fue cerrada una vez más; ésos no eran lugares para Foucault (pelado botón lo llamó su querido Derrida, pelado cabeza de pene) ni para ningún juguete del destino más, así que esperaron en la habitación; ambos aprovecharon para cambiarse la ropa. ¡Qué vergonzoso accidente por los ojos!
Foucault entre las manos. Lindo, pensante, ligero, borracho; mano abajo: las cosas que hablan, los que hablan de cosas, el racismo y el betún, la conspiración, el poder. Sálvese; mano en el monte. Foucault; Michel Foucault; Miguel... Miguel... Miguelito (el que te pincha la goma)... Foucault. El hombre, el filósofo, el sex... Mano adentro y afuera (y palma cómplice) y adentro y


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